México elige este domingo a su nuevo presidente, en el marco de uno de los procesos electorales más violentos de la historia, con un un total de 38 asesinatos y más de 300 casos de agresiones a candidatos y personas relacionadas con los comicios. Los datos fueron aportados por el Laboratorio Electoral mexicano, con un informe que relevó los casos desde el 4 de junio de 2023 hasta el 31 de mayo del 2024.

Según el informe, las agresiones van desde amenazas, atentados, secuestros y homicidios. Además, de 38 personas asesinadas, las cuales eran postulantes o candidatos a algún cargo de elección popular, se contabilizaron 17 secuestros, 77 atentados y 131 intimidaciones. 

David Saucedo, especialista en seguridad pública nacional, explicó al diario mexicano El Universial que en el actual proceso electoral aumentó el financiamiento negro para proyectos políticos afines a los intereses criminales, y eso "motivó" la violencia contra candidatas y candidatos con objetivos contrarios.

En ese sentido, expuso que el narco lo que busca es infiltrarse en las elecciones, hacer que sus candidatos ganen y de esa manera expandirse territorialmente. En ese contexto, se incrementó la presencia de grupos del narco realizando este tipo de tácticas en entidades en las que no había pasado.

Los crímenes que conmocionaron al país

Gisela Gaytán tenía 38 años y se había postulado como candidata a la alcaldía de la ciudad Celaya, en el estado de Guanajuato. Competía por el cargo bajo la bandera de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue asesinada el primer día de la campaña, el 2 de abril, mientras estaba en un encuentro junto a militantes de su espacio político. Ese día un sicario llegó al lugar en una moto y la atacó a balazos.De acuerdo con las organizaciones mexicanas, los candidatos y políticos municipales son los más vulnerables a los ataques ya que el crimen organizado busca los municipios para poder filtrarse en el poder. 


Los estados más peligrosos, hasta la fecha, son Guerrero y Chiapas. Otro caso de gran repercusión fue el de Marcelino Ruiz Esteban, candidato a la alcaldía de Atlixac, en Guerrero. El 24 de enero, él y su esposa Guadalupe Guzmán Cano, consejera estatal del Partido de la Revolución Democrática, fueron encontrados asesinados dentro de su camioneta en la ruta Chilpancingo-Tlapa. El crimen tuvo especial relevancia porque Esteban ya había sido dos veces alcalde del distrito. Entre los blancos de las organizaciones criminales se encuentran también los referentes sociales. 

La reconocida dirigente social Miriam Ríos fue asesinada el 11 de enero por un grupo de hombres cuando atendía su negocio. Ella era comisionada municipal en Jacona, en Michoacán, activista LGBTIQ y aspiraba al cargo de regidora como parte del partido Movimiento Ciudadano.

Así como la campaña comenzó con el crimen de una joven candidata este miércoles terminó de la peor manera: un candidato asesinado en su propio acto de cierre. Esta vez la escena de horror fue captada por las cámaras de los militantes que se encontraban en el lugar. 

Se trata de Alfredo Cabrera, quien fue baleado por la espalda por un presunto sicario. En los videos que circularon por redes sociales se puede ver al candidato sonriente y rodeado de seguidores cuando recibe varios disparos. La escena recordó la del asesinato, en 1994, del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, que sacudió al país. El político aspiraba a la alcaldía de Coyuca de Benítez, localidad del estado de Guerrero. Según la fiscalía, "en el lugar fue abatido el presunto agresor". Otras tres personas habrían sido lesionadas y dos más fueron detenidas, reportaron testigos.

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